La verdad es que los padres acercaron a su hijo a la escuelita de tenis, y gracias a ellos (o a un abuelo o tío) "Dieguito" está hoy con un buen ranking nacional de "menores", entrenando para ser tenista profesional.
Son estos mismos padres "protagonistas", los que, de un día para otro, quedan en segundo plano; ya el nene no les tiene tan en cuenta, ahora su "modelo" es el entrenador. Así comienzan los cuestionamientos a las prácticas, la necesidad de participar aunque sea detrás del alambrado.
¡No es justo quedar afuera, menos ahora que mi hijo es bueno y SE NOTA!
Esta introducción refleja una situación que se repite mucho en algunos clubes de tenis generando conflictos entre padres, chicos y entrenadores. Es por ello que quiero sugerirles un nuevo punto de vista para ayudar a sus hijos sin sentirse excluidos de su progreso. Propongo que los padres se sientan partícipes del equipo de trabajo, son importantísimos para sus hijos y por ello: lo que digan, lo que hagan o lo que callen, suma o resta para el buen rendimiento deportivo de...."Dieguito".
Los entrenadores tienen mucho trabajo para hacer, y es necesario que se ocupen de ello, sin tener que estar luchando con la ansiedad de los padres. Necesitan "ocuparse" de los niños aprendices, y no "preocuparse" por un entorno conflictivo. En esto los padres debemos colaborar con todo el cuerpo técnico, evitándole preocupaciones generadas por intervenciones negativas de nuestra parte. ¡Es fácil hacerlo, para nada imposible! Debemos reconocernos como una parte más del equipo! Nosotros somos importantes. El niño, pasa muchas más horas con nosotros que con su entrenador. Podemos destruir en segundos lo positivo que un entrenador construyó en meses; o afirmarlo y potenciarlo, colaborando con la causa.
Entonces, si como PADRES ocupamos un lugar en "la empresa", necesitamos saber cuál es nuestro puesto, nuestro rol y cuáles nuestras tareas.
NUESTRO PUESTO: Acompañantes positivos
NUESTRAS TAREAS: Fiscalizar que todo lo dicho o hecho por el entorno familiar colabore para el buen rendimiento deportivo. Depende de nosotros que "Dieguito" en casa siga creciendo como jugador y no que vaya por el camino equivocado.